Una ofensiva a gran escala
por la fuerza aérea rusa y el ejército sirio en la provincia de Idlib parece
inminente. La última fortaleza rebelde está rodeada. El gobierno de Estados
Unidos indica que habrá consecuencias si las fuerzas armadas sirias usan armas
químicas. ¿Qué piensan los residentes de la zona?
Hay varios muertos, cinco
de ellos menores, y decenas de heridos
El Consejo de Seguridad de
la ONU se reunirá este viernes para analizar la situación en Siria
El tuit del Presidente de
EEUU ha caído en saco roto. Al poco de que Donald Trump alertase a su homólogo
sirio Bashar Asad, a Rusia y a Irán en contra de
"atacar impunemente" la provincia de Idlib,
cometiendo "un grave error humanitario", la aviación rusa, según
varias fuentes, ha lanzado una ofensiva contra el sur y oeste de la última
región opuesta frontalmente al gobierno sirio. Ha habido muertos.
De acuerdo con la agencia disidente
Qasioun, cinco menores han muerto en el
bombardeo aéreo del martes contra un barrio de la periferia de Yish al Shugur,
y tres personas más han perdido la vida en el centro de la localidad. Los heridos se cuentan por decenas,
pues los cazabombarderos han descargado sus proyectiles en al menos trece
puntos más de Idlib y del norte de la provincia vecina de Hama.
El castigo del martes,
posterior a un ataque de milicias alzadas contra el ejército sirio en la
provincia costera de Lataquía, es el primero después de que la ONU y EEUU hayan
denunciado el riesgo de "crisis
humanitaria" que conlleva la ofensiva total que los leales
a Asad planean para Idlib con inminencia. Se estima que entre desplazados
internos y residentes, en Idlib hay cerca de tres millones de civiles.
Pero Idlib también aloja a
al menos 70.000 combatientes opositores,
entre ellos numerosos afiliados a la red fundamentalista Al Qaeda, y eso
complica el abordaje de la situación. En una primera instancia, Rusia e Irán
han aprovechado la mesa tripartita de Astana para presionar a Turquía, con
influencia sobre las brigadas presentes en Idlib, a fin de disolver la
resistencia armada y facilitar la reconquista de
Idlib.
Ankara se halla en una
situación complicada. Tras años cooperando con opositores de todo pelaje, ahora
se ve ante la necesidad de tener que contentar también a rusos, a iraníes y a
estadounidenses. Sabe además que, si no logra aplacar a la oposición armada, la
ofensiva oficialista puede ser de una virulencia tal que, se calcula, unos 800.000 civiles traten a la desesperada de
refugiarse en el vecino suelo turco.
Los presidentes de Rusia,
Turquía e Irán se reunirán en Teherán este viernes para concretar qué fórmula
se aplica a Idlib. El canciller iraní Mohamed Yavad Zarif, de visita estos días
a la capital siria, sugirió este lunes la necesidad de
"limpiar" Idlib de milicianos, y un día después
matizó su deseo de hacerlo "con el menor coste humano posible".
Damasco y Moscú han expresado una postura similar.
Además, el delegado estadounidense
a las Naciones Unidas ha revelado recientemente que el el Consejo de Seguridad
se reunirá el próximo viernes para analizar la situación en Irán
y en Idlib. Un encuentro en el que estará presente el
presidente norteamericano, Donald Trump.
Sin embargo, los
precedentes de los últimos meses, destrozando infraestructuras
civiles hasta forzar la rendición de los hombres armados, hace
temer que el daño que los fieles a Asad inflijan a Idlib similar. "El
Gobierno de Siria, Rusia y sus aliados deben comprometerse a hacer todo lo
posible par evitar bajas civiles", ha pedido Lorrain Bramwell, directora
para Siria del Comité Internacional de Rescate.
"Hablar sólo con
advertencias, sin tener en cuenta el potencial negativo y muy peligroso del
conjunto de la situación en Siria, probablemente no sea un enfoque completo e
integral", ha respondido a Trump el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov,
según Press TV. Para él, "un grupo importante de
terroristas se ha asentado" en Idlib, de forma que
"socava intentos" de lograr "un acuerdo
político-diplomático".
Algunas informaciones
sitúan en el próximo diez de septiembre la fecha límite para evitar por la vía
del diálogo que Damasco y sus socios entren con todo en Idlib. Por lo pronto,
Turquía ha designado la Organización para la Conquista del Levante, última marca afín a Al Qaeda,
"grupo terrorista". El gesto tuvo por objetivo aislar este grupo del
resto de milicias. Su jefe, Mohamed Golani, ha desafiado a Ankara.
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